viernes, 31 de mayo de 2013

Let the bird fly

Para mi pequeña. Olvida y sigue adelante. Cada vez los te echo de menos se ven mas difuminados. Te quiero.

A veces tenemos que dejarlo ir. ¿Sabes lo que le pasa a un pájaro cuando lo aprietas muy fuerte en tu puño? Que se acaba ahogando. Por eso a veces es mejor dejar ir a ese pájaro que vuele libre, se equivoque y vuelva herido para poder curarle. Pero no siempre es así y hay veces que el pájaro en su momento quiso estar contigo pero ya no. Por lo que sea, su vuelo ha cambiado y no te necesita más, simplemente se ha cansado de tener el mismo dueño y quiere experimentar cosas nuevas o cualquier otra razón. Pero en el momento que el pájaro quiere volar y soltarse de tu sostén no puedes agarrarle más fuerte porque los pájaros nos asfixiamos si nos agarran demasiado fuerte y todo ese amor que sentía el pequeño pájaro al estar entre tus brazos puede cambiar y convertirse en odio. Por eso si un pájaro se va tenemos que dejarle ir y recordar los buenos momentos con él y no los momentos en los que quizá el agarre fue demasiado fuerte. Si el pájaro está dolido porque siente que quizá la atadura de su dueño ha sido excesivo déjale que vuele alto y si en algún momento se cae y necesita tu ayuda tendrá que piar para que le ayudes. Pero no le ofrezcas tú tu ayuda, y sobre todo, no la ofrezca poco tiempo después de que el pájaro haya abandonado el nido porque hay momentos en los que tenemos que aprender solos y no necesitamos que alguien pasado nos salve ni nos diga que nos estamos equivocando porque inconscientemente el pájaro lo sabe, pero hay veces que decide seguir adelante con los errores y otras veces que no quiere tener a nadie detrás diciéndole que está volando demasiado cerca del Sol y puede quemarse. Y por eso cuando nos abandona tenemos que seguir y aceptar que ha tomado un camino diferente al nuestro. Solo déjale volar, quizá no vuelva nunca a tus manos para que le acaricies delicadamente pero si has sido el dueño adecuado el viento volverá a juntarte con tu pajarito y si no, hay muchas aves en el cielo que en algún momento necesitarán dormir en nuestras manos y puede que al final nos demos cuenta de que ese primer pájaro prisionero no era el pájaro idóneo al que cuidar. En su momento lo fue pero las aves cambian y buscan lugares nuevos. Hay veces que el pájaro quiere cambiar y no formamos parte de sus cambio por lo que tenemos que dejarle evolucionar porque en algún momento nosotros haremos lo mismo y pasaremos a ser pájaros en vez de dueños.


No hay comentarios:

Publicar un comentario