INGENUIDAD,
DECEPCIÓN, DECIR ADIÓS
Hay gente en nuestra vida que está por un tiempo y cuando
ese tiempo se acaba deben irse. Pero a veces echamos de menos a esas personas,
al recuerdo de lo que eran, e intentamos que vuelvan a nuestra vida, intentamos
que todo vuelva a ser como antes. Y por mucho que lo intentamos no lo es. Y los
pequeños destellos que indican que la persona que era volverá a ser no llegan a
prender, y el fuego se queda en ascuas. Y no nos damos cuenta de que nos
intentamos aferrar a personas a las que ya no importamos. En un pasado fuimos
alguien en sus vidas pero ahora simplemente todo se ha ido. Al igual que esos
pequeños destellos fueron apagados por una ráfaga de viento y nuestras
esperanzas se fueron difuminando. Pero somos ingenuos y nos aferramos al
fantasma de esa persona, porque ella se fue hace tiempo, nos calentamos con las
ascuas. Y las decepciones nos duelen, nos hacen ver que ya dejó de ser por
mucho que trates de negarlo.
Tu última opción es abrir los ojos, pisar las pequeñas
ascuas para que no den paso a ese mentiroso fuego, y buscar a alguien que tenga
las líneas definidas y no sea simplemente un cuadro difuminado por los años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario